“Algún día hay que dejar de hacer lo que se puede, conviene o se adapta a las circunstancias socioeconómicas. Algún día tenemos que empezar a hacer lo que realmente queremos a pesar de todo eso.” Así abre el editorial de Historieta Revólver, firmado por Paula Varela, escritora, guionista especializada en televisión infantil, y editora de la revista junto a Néstor Barron, también escritor y guionista de historietas.
Esta nueva propuesta de historieta nacional salió a la calle en abril, y a finales de agosto ya llegó al cuarto número. Es mensual, se distribuye en kioscos de diarios y comiquerías y, según su casa editoral (la flamante Primavera Revólver, fundada por Varela y Barron), vino para quedarse. Son 96 páginas en papel ilustración, con excelente impresión. La publicación se plantea en tomos coleccionables, con historietas unitarias y series que concluyen cada cuatro números. De ese modo “logramos que el lector vaya confiando en nosotros”, dice Barron, “porque en los últimos años hubo varias experiencias frustradas, que a veces dejaban a los lectores con historias inconclusas”.
Este mes sale el número cinco, que da inicio a otra serie de cuatro números que formarán el tomo 2. Y, según prometen, viene recargado: contará con la participación de autores clásicos como Robin Wood, Mandrafina, Alcatena, Lalia, Risso, Trillo… Más la siguiente generación de renombre internacional como Salvador Sanz, Sergio Ibáñez, Gustavo Schimpp, Taborda… Y también las generaciones más jóvenes como Sergio Carrera, Aleta Vidal, Manuela Mauregui, Tomás Aira, Diego Pogonza, Gonzalo Duarte, Ezequiel Rosingana, Osozeth… La idea es que convivan unos con otros.
“Nadie creía que la opción de vender en kioscos fuera válida en estos tiempos, pero la realidad es que la mayoría de las revistas las vendemos a través de ese medio, que además es la mejor forma de llegar al interior del país, desde donde más nos escriben”, comenta Paula.
El proyecto surgió a partir de la creación de la editorial Primavera Revólver, que pretende especializarse en “publicaciones impredecibles” como dicen Néstor y Paula. Entre sus proyectos incluyen literatura, textos académicos y libros infantiles.
Los guiones son la piedra angular del criterio de selección del material que se publica. Buscan que haya peripecia y que siempre se cuente una historia que pueda resultar interesante para todo público, más allá del círculo de fans de los cómics.
No hay una preferencia de temáticas o de épocas del relato: entre el material ya publicado se pueden encontrar historias fantásticas que suceden en nuestra región o en Nueva Orleans, relatos históricos que van del Buenos Aires colonial a la Guerra de Malvinas, reelaboraciones de mitos japoneses o del rey Arturo, policiales, de suspenso, y hasta una comedia con una superheroína.
¿Por qué en papel en tiempos en los que lo digital parece dominar todo? “Creemos que la lectura en las redes tiene un gran valor para noticias de actualidad o búsqueda de información inmediata, pero el arte gráfico en papel no compite con internet ya que es otra experiencia de lectura: tiene que ver con el placer, que en gran medida es físico. Esa costumbre humana puede desaparecer en algún momento. Pero todavía ese momento no llegó”, opina Néstor.
La publicación en papel implica costos mucho más altos que la web. Financiarla no es tarea fácil. “La editorial es un emprendimiento familiar”, dice Paula, “invertimos nuestros ahorros en un sueño, porque amamos el arte profundamente. Pero sobre todo invertimos tiempo y nos encargamos de todo: selección del material, contacto con los autores, diseño y maquetación de la revista, supervisión de imprenta, distribución, cobranzas, administración… Somos dos para todo. Por eso podemos sacarla a un precio muy económico”.
En los cuatro primeros números han intervenido 24 artistas, que crearon un total de 384 páginas. Cuenta Paula Varela: “Así uno de nuestros objetivos se va cumpliendo: generar un nuevo medio donde los artistas de la historieta argentina publican regularmente en su propio país, y donde los más jóvenes comparten esta experiencia con autores consagrados”.
La apuesta al precio económico –120 pesos cada número– tiene que ver con ayudar a que la lectura sea accesible para más gente. “Nos interesa la idea de lectura compartida, la presencia de la revista en la casa, por ejemplo, hay más de una familia que sigue nuestras historias”.
EV
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